Últimamente se ha puesto de moda el a ver quién la hace mas gorda, es decir, si corres por la montaña y no participas en un ultratrail no eres nadie, aunque lleves 4 días corriendo. Qué gran error. En mi opinión, la gente está muy equivocada con lo que está haciendo: "el objetivo es acabar"; esto es un error. ¿Acabar arrastrándose por el suelo es acabar?
Frases como: Sabes que acabarás muerto, pero hay que correr hasta la extenuación, ¿Y esto por qué?
Competiciones como realizar diez ironmans seguidos o cosas por el estilo no tienen demasiado sentido, porque al ritmo que tenemos que ir para llevarlo a cabo será el mismo que si fuésemos a buscar setas, y esto no es una competición deportiva.
Si os fijáis, con el tiempo las competiciones más duras y de más prestigio a nivel mundial, como por ejemplo en el Tour de Francia, se han suavizado, etapas más cortas, jornadas de descanso, etc. porque se ha visto que todo tiene un límite y si éste se quiere sobrepasar, a veces se puede pisar un terreno muy “peligroso”.
Ya sé que enfrentarnos a un gran reto a muchos les puede servir para saber dónde está su límite, pero para saber dónde tenemos el límite verdadero no vale solo con buscarlo a través de la cantidad, hay que buscarlo también a través de la calidad.
No hay que hacer las cosas por el hecho de hacerlas; si se corre un maratón, la palabra lo dice todo: CORRER. Si se hace la mitad caminado, no se habrá hecho una maratón, se habrá recorrido 42 kilómetros 195 metros. Por este motivo, para comenzar más vale CORRER un medio maratón o una carrera de 10 kilómetros.
Lo mismo pienso de las otras "ultras". A veces el cebo viene desde la misma promoción de la carrera, y se vende el producto como: el reto de tu vida, ser un finisher, la carrera más dura del mundo, etc. Pero un reto es algo mas, un reto personal es algo único y como tal se debe realizar con dignidad, no de cualquier manera.
Dar pena en una llegada, es lo peor que le puede pasar a un deportista.
Es curioso que gente sin nivel de ningún tipo, ni tan siquiera habiéndose realizado una prueba de esfuerzo, se apunta a estos retos, tratando de terminar de cualquier modo. Habrán terminado, sí, pero seguirán teniendo el mismo nivel que tenían o peor. Además, haciendo esto pueden pasar dos cosas, una que no volvamos a correr nunca más, la menos “grave” o dos y que puede ser grave, sufrir alguna lesión o enfermedad importante. En cambio, si preparasen bien otros tipos de carreras y las terminaran bien, poco a poco irán mejorado su nivel y esto serviría para, en un futuro, poder participar con dignidad y garantías en retos más importantes.
En todo proceso de entrenamiento deben existir unas las pautas a seguir; estas son el incremento paulatino del entrenamiento, paralelo a la mejora física que vayamos consiguiendo. Al igual que para el entrenamiento, esto debería servirnos también para planificar nuestras competiciones. Actualmente se ha pasado de no hacer prácticamente actividad física, a equiparnos como un cromo y apuntarnos a un ultratrail.
Todo esto ha provocado que estamos viviendo unos momentos en el mundo del deporte, sobre todo en deportes outdoor, muy curiosos, desde gente que después de subir al Aneto, en un día soleado y perfecto de montaña, decide que ya está preparado para subir al Everest, al que después de correr la carrera de 10 kilómetros de su pueblo, se apunta a la Maratón de Sables.
Está bien tener grandes proyectos y querer realizar grandes retos, pero seamos conscientes de que hay que seguir un proceso, y aun así, es posible que no tengamos el nivel físico suficiente para realizar según que reto, y esto es mejor que lo sepamos de antemano, antes de lanzarnos a intentar superar retos imposibles para nosotros, pero esto no tiene que desmoralizarnos, hemos de ser sinceros con nosotros mismos y tener claro lo que estamos dispuestos a “invertir” en tiempo y esfuerzo, y contemplando la inversión que realizamos y el nivel físico que tenemos, buscaremos el reto más indicado para nosotros.
Cuando en una competición abandonan un porcentaje muy elevado de participantes, no es que ésta sea una gran competición, es una competición poco realista con el tipo de deportistas que pueden participar en ella, o con los factores externos que la pueden condicionar, y esto es una mala planificación por parte de los organizadores.
Plantearse un gran reto es una motivación magnifica para cualquier deportista, pero este planteamiento debe contar siempre con todo el pack, es decir, con la preparación indispensable para superarlo dignamente, ¿alguien se imagina a un deportista que va a disputar unas olimpiadas no prepararse adecuadamente? Pues básicamente es lo mismo; hemos de avanzar paso a paso sin saltarnos ninguno, si puede ser.
Los grandes retos no deberían salir de los momentos de “subidón” compartiendo entrenamientos o tertulias con los amigos, deberían ser fruto de las sensaciones positivas, en su máxima expresión, de nuestro entrenamiento diario.
Al final lo que es más importante es que cada uno busquemos nuestro reto personal y este no debe estar condicionado por nada ni por nadie, hemos de ser nosotros quien lo fijemos, nos ilusionemos con él y nos preparemos a conciencia. No debemos querer imitar a nadie, pensando que si no hacemos algo, como el que más, no somos nadie; muy al contrario, para nosotros nuestro reto debe ser el más indicado, sin pensar en tiempos o distancias, simplemente pensando en disfrutarlo cada segundo y a cada paso que demos. Si conseguimos hacerlo así, nos llenara de satisfacción y orgullo haberlo conseguido.
Luis capdevila/Extrem Team.