No sin algún problema
conseguimos colocar todas las flacas en la bodega del autobús. Deberá
ser un asunto a mejorar en próximos desplazamientos ya que la logística a
la hora de colocar las bicicletas deberá ser mejorada notablemente. Una
vez todos preparados, salimos en dirección a Gergal. Tuvimos que
“soportar” al speaker que voluntariamente se hizo con el micro durante
casi todo el viaje de ida y parte del de vuelta, que no fue otro que Jesús Orca, con lo que os podéis hacer una idea del viaje que nos dió,
aunque podía haber sido peor de haber caído en manos de Pepe el Cartero
(menos mal que no vino…..). Después de algo más de dos horas y media de
viaje llegamos a Gergal, con muchísima hambre, ya que aunque algunos
habíamos desayunado antes de salir de casa, ya habíamos hecho de largo
la digestión y necesitábamos un buen avituallamiento, en previsión de lo
que nos estaba esperando allí arriba.
Tras
el desayuno, carísimo por cierto, salimos en dirección a nuestro
objetivo del día, entre comentarios del sablazo que nos habían metido en
el restaurante, al que después de la etapa volveríamos para reponer las
fuerzas que nos habíamos de dejar en la etapa.
Bueno
en lo que respecta a la subida, propiamente dicha, comentar que al
menos por mi parte ha sido de disfrutarla mucho, alojado en un grupo en
el que decidimos subirla a ritmo constante sin forzar demasiado. Ya
sabes que yendo con José María Rojas siempre llevas el ritmo adecuado,
todo un señor sobre la bici. Íbamos también, Mario, Antonio Cannondale,
Alfre y Gabriel al que le otorgo el premio al esfuerzo en la etapa del
día, porque iba con fiebre, pero con todo y con eso y con no poco
sufrimiento llegó arriba como lo que es, un autentico Jabato
(Enhorabuena, compañero). Ya en la parte final se nos unió Juan Luis y
Juan Arévalo, que se habían quedado esperando a los de atrás en la parte
inicial de la subida, a los que tuvieron que rescatar porque se habían
confundido de desvío y se iban para Velefique….. El puerto es agradecido
con tres zonas de algo más de dificultad, pero en general bastante
llevadero, con muy poco tráfico y con una longitud considerable,
alrededor de 25 Km de subida, para lo que estamos acostumbrados por
Málaga. En fin tras algo más de dos horas y cuarto, llegamos a la cima
donde esperamos al resto del grupo y nos hicimos todas las fotos que ya
irán apareciendo.
En la cima nos
encontramos a otro grupo que también había elegido esta cima para pasar
el sábado. Ellos venían de subir además el puerto de Velefique (que
según Juan Arevalo, es parecido a Sestriere, por las curvas de herradura
que tiene y por poder ver todo el puerto desde la cumbre), para otro
año habrá que planteárselo…… todo se andará.
Una
vez todos arriba, nos hicimos la foto de grupo y una foto con los
compañeros de Murcia, emprendiendo el camino de descenso, esta vez por
otra vertiente. Descenso muy largo, con firme en mal estado, con mucha
grava suelta en muchas curvas y con bastante precaución, no estábamos
para sufrir una caída y empañar lo que estaba siendo un fantástico día
de bici.
Tras el descenso y un
ratito de llano por los alrededores de Gergal, llegamos al restaurante,
donde nos estaba esperando nuestro autobús, dimos buena cuenta del menú,
regado con abundante cerveza fresca y emprendimos camino de casa. En el
autobús de vuelta se improvisó un botellón con el Ron Cacique que Ramón
Ariza había dispuesto (que canalla…….) para la ocasión, y con el hielo y
las Coca colas que compramos en el restaurante para acompañar ese
roncito.
Tras las dos horas y media de viaje, que no se hicieron para nada pesadas, llegamos al punto de destino con ganas ya de otra……
Saludos,
Juan Carlos Carmona.
Juan Carlos Carmona.
