Se circula tranquilo por Málaga, atravesando Pedregalejo y El Palo. Se acelera ligeramente en el tramo de La Araña y se mantiene las precauciones en la travesía urbana de Rincón. Pero fue pasar el último semáforo, el de Lo Cea, y...¡a correr! El grupo se fragmentó en tres unidades: los que ya iban por delante merced a los semáforos, el "gran grupo" a mitad y los que se fueron descolgando y optaron por ir a ritmo más tranquilo y llevadero. Así debió ser porque yo que fui en el del medio, sudando la gota gorda a cola, no bajé de 43 km/h en el tramo Rincón-Torre del Mar. 21 minutos tardé en ese tramo, de 17 km. Ya en Torre del Mar, pincha Juan Luis y se quedan 3 o 4 compañeros con él. Los demás seguimos hacia Vélez y en busca de la subida a Arenas. Se coge el cruce agrupados, pero enseguida se van haciendo pequeños grupos en la escalada. Así se hicieron los casi 10 km de subida, con lo que se llegó a la parada de Arenas como "el rosario de la Aurora".
Reglamentario repostaje en el bar del pueblo, en dónde un lugareño me preguntó que por qué nos patrocinaba la estación de bus de Vélez si éramos de Málaga (inconvenientes de que haya varias estaciones María Zambrano), y vuelta a Málaga, afrontando con precaución la bajada, sobre todo por alguna curva peligrosa y con gravilla. Reagrupamiento en Vélez y vuelta tranquila a Málaga, al menos más tranquila, ya que ahora teníamos viento de cara.
Sin mayores incidencias nos reagrupamos en la gasolinera de El Candado, tras haber circulado en 3 grupos, y de ahí cada uno a sus quehaceres, domésticos, CDRianos, o del tipo que sean.
