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20 nov 2012

C2W Cruza el Estrecho en Velero

Primero y ante todo, si teneis la posibilidad de realizar esta actividad no la desaprovecheis, es una experiencia inolvidable.
















Pasada las 08:00 am estoy en la puerta de la casa de Fernando para recogerlo, destino puerto deportivo de La Línea donde se encuentra amarrado el velero MANÁ propiedad de sus primos José Luis y Juan Esteban, dos lobos de mar. En menos de dos horas llegamos a La Línea, en la cafetería del puerto deportivo nos esperan nuestros compañero de travesía y singladura,  en total seremos 9, yo soy el único novato pero me siento bien arropado, con un capitán de marina mercante, tres patrones de embarcaciones recreativas y dos de embarcaciones pesqueras. Desayunamos y aprovechamos para tomarnos una BIODRAMINA. Sin más preámbulos embarcamos y zarpamos. Primeras maniobras a motor para salir de puerto y en cuantos estamos en aguas abiertas el patrón da la orden de izar la vela mayor. Navegación mixta a vela y motor mientras pasamos junto al Peñón de Gibraltar, en cuanto perdemos la protección natural de la roca izamos la Génova, comienza la diversión.
 Cruzamos el estrecho en dirección a Ceuta en navegación pura a vela, la velocidad es entorno a los 8 nudos y las rachas de viento de levante que tenemos hacen que en todo momento tengamos que estar haciendo correcciones de rumbo.  Unas dos horas y media es lo que nos cuesta llegar a nuestro puerto de destino, en ese tiempo el Ferri de Algeciras hace 3 veces el trayecto, pero no tiene nada que ver, no obstante impresiona ver la ola de espuma que levanta tras su paso las turbinas que lo propulsan, creo que unos de los compañeros comento que sus motores generaban una potencia de 4000 caballos necesarios para alcanzar los 35 nudos de velocidad máxima, (65 km/h).
De nuevo se escucha la voz del patrón en el cofre, “señores recogemos velas”, y nos levantamos  y con precisión como si lo hubiésemos realizado durante toda nuestra vida, bajamos la mayor y enrollamos la Génova, se enciende el motor y entramos en el pequeño bonito y coqueto puerto deportivo de Ceuta. La experiencia de nuestro patrón hace fácil lo difícil y con dos golpes de motor y manejando con precisión el timón atracamos, estamos de nuevo en tierra. La pastillita ha tenido que hacer su trabajo pues no tenemos ningún síntoma que nos haya hecho perder ningún momento de la experiencia, (no podemos decir lo mismo de otros compañeros, que aun siendo mas experimentados el estomago les jugo una mala pasada, pero según nos comentaban hasta el mas veterano alguna vez había tenido que ir a popa a darle de comer a los peces del estrecho.)
Ceuta, perla del Estrecho, coqueta y estratégica, un bullir de gentes por sus calles, recorremos sus arterias principales impregnándonos de su esencia característica, visitamos su mercado y nos quedamos maravillados con la cantidad y calidad, (también el precio), de sus puestos de pescado, esto no se encuentra en la península ni siquiera en las localidades vecinas de en frente, algún compañero aprovecha y realiza compras ventajosas. No dirigimos hacia el restaurante donde vamos a almorzar.
Tras degustar la magnifica comida y bebida en un ambiente de franca camaradería, nos disponemos a emprender el regreso, no obstante hay que dejar reseña de uno de los platillos que degustamos. Aunque la comida fue en su totalidad a base de productos del mar, hay que reseñar que comimos unas papas fritas con un aliño especial que fueron la delicia de todos los comensales.
Estamos de nuevo a bordo, y dispuesto a disfrutar  otra vez  de la gozada de cabalgar sobre las olas, (es la diferencia que hay entre la navegación a vela y a motor, esta última va rompiendo las olas). En esta ocasión tenemos que sortear grandes barcos que se cruzan con nosotros. Indicando con nuestro rumbo sus popas, es información más que suficiente para que las maniobras se realicen sin ningún peligro ni duda. Durante un buen rato navego de pie sujeto a uno de los tensores del palo mayor disfrutando de la navegación y de los Delfines que vienen jugando con nuestra proa. En el cofre de nuevo conversación animada, chistes y chascarrillos amenizados por cubatas y pacharanes que hacen disfrutar de la travesía mas si cabe.
Llegamos a la bahía de Algeciras anocheciendo, (otra experiencia inolvidable), las luces nos rodean y el ambiente  que crean es mágico, volvemos a navegar a motor, el viento ha caído en intensidad y de nuevo estamos al cobijo del Peñón. No sin pena realizamos las maniobras de recogida de velas y atraque en el puerto, aunque intensa no me hubiese importado que la experiencia continuara, pero todo tiene que acabar. Café en el bar del club, despedirnos de nuestros anfitriones y compañeros de singladura, y sacar la promesa de no dejar pasar mucho tiempo para poder repetir.
Tras hora y media de conducción nocturna y amena charla de regreso, dejo a mi compañero de fatigas en su casa, gracias “Fer” por haberme invitado a disfrutar de esta experiencia, gracias que obligadamente tengo que hacer extensivas a José Luis y Juan Esteban, con su pericia y experiencia han hecho posible que disfrutáramos todos de esta inolvidable experiencia.
A ti querido lector de este blog te recomiendo esta experiencia encarecidamente, si tienen la posibilidad no la dejes escapar, es una experiencia CON2WEB, CON LO QUE PODAMOS HASTA QUE PODAMOS.
 
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