LA PERICO 2011

A las 8 de la mañana comenzaba la prueba a los pies del acueducto con unos 2100 inscritos.

La prueba son 155 kms, 4 puertos de primera y unos 2800 metros de desnivel positivo.
Comenzamos el tramo neutralizado hasta Torrecaballeros, donde se empieza a contar el tiempo, pero el ritmo no es constante por la cantidad de participantes que hay, algunos van a su ritmo desde el principio y se empieza a cortar en numerosos grupos, intento ir cómodo en alguno de ellos porque la prueba es muy larga.

Así llegamos al primer puerto, Navafría, no es excesivamente duro, pero la carretera pica hacia arriba desde que salimos, por lo que me lo tomo con calma, arriba avituallamiento líquido, la bajada rápida y pronto llega Canencia, el segundo puerto, tampoco es excesiva su dureza, pero intento no subir el pulso de mi 85%, al igual que en el primero. Arriba avituallamiento sólido y líquido, aunque yo voy comiendo cada hora, aproximadamente.
Me noto bien y me lanzo en la bajada, hasta ahora había ido siempre adelantando gente, nunca vas solo porque hay muchos participantes y hay ciclistas siempre, en las bajadas sí voy más solo por precaución. Casi acabando la bajada se me sale la cadena con un ruido muy raro, paro la meto y sigo, pero vuelve a sonar raro y un ciclista me dice que debe ser del cambio. Me bajo y vuelvo a mirar, cambia bien, pero cuando paro el pedal sigue la cadena avanzando, huele mal, se para un coche de asistencia (muy atentos a todos durante la carrera, mis felicitaciones) y me dice que el núcleo se ha gripado, mientras tanto no paran de pasarme ciclistas y grupos numerosos, pierdo unos 20 minutos desde que me bajo hasta que llega otro coche de asistencia que tiene ruedas de repuesto, me dejan otra rueda y sigo, pensé que no podría acabarla.

Un poco cabreado y nervioso afronto la subida de Morcuera, el más duro de todos, lo hago ya más rápido para recuperar tiempo, lo que me deja tocado para el último puerto, el de Cotos que se me hace largo, pero corono y sigo hasta Navacerrada para bajar hacia Segovia por las siete revueltas. Viento fuerte que a estas alturas duele, me engancho en un grupo y vamos a buen ritmo, pero me dan amagos de calambres en los isquitibiales y bajo el ritmo, estoy muy cerca de acabar y si me dan calambres... bebo y relajo un poco, pasa otro grupo y me engancho con ellos con cuidado de no forzar, pero parece que voy bien y vamos tirando hasta la meta, junto al pabellón Pedro Delgado. Lourdes me espera en la meta. Cumplo mi objetivo de acabarlo, mi intención era hacer unos 25 km/h de media, pero me quedé en 23,8 km/h, bueno no está dentro del tiempo previsto más o menos y a pesar de mis problemas con la bici.
Después comida y foto con Perico.